domingo, 18 de noviembre de 2018


La imagen puede contener: Ramon Antonio Martinez, primer plano

PRESENTACIÓN
Traspasado el umbral de la senectud la libido va perdiendo impulso, pero despierta  en el cerebro el placer  de la fantasía, un remedio eficaz para evitar que las neuronas se anquilosen y el anciano, ya decadente, caiga en el precipicio del Mal de Alzheimer.
Como resultado de las noches de desvelo, y largas horas de ocio, vuela la imaginación hacia lo etéreo, y empieza a engendrar ideas ilusorias que se plasman en esa elegante figura literaria que se denomina verso.
En nuestro caso, profanamos irreverentes este tesoro, ya que  carecemos de los más elementales conocimientos sobre el particular. Sin embargo, tenemos la osadía de moldearlos en el papel, con el fin de alguien los lea. Sería un


escape a nuestra soledad y, de no ser así, moriríamos de melancolía por no poder expresar  lo que bulle en nuestra débil humanidad.
Estos “versos”  no tienen ningún valor literario y no resisten el mas ligero análisis. No obstante, nos atrevemos a ponerlos en manos de los más amigos, a quienes estimamos de corazón, con la esperanza de que sabrán  disimular las múltiples falencias.
Gracias, caro amigo, o amiga, si usted tiene la paciencia de ojearlos.

Ramón A. Martínez 
Medellín 10 de mayo de 2009    
                   
DEDICATORIA

Dedico este modesto trabajo a Cocorná, mi querido terruño, razón de mis más bellos recuerdos y abrumadoras nostalgias;  a mis familiares y seres queridos, con quienes me unen los vínculos irrompibles de la sangre y los afectos; a los amigos leales que ignoran lo que es la hipocresía; a las mujeres y hombres de todas las épocas, que en el transcurso de nuestra historia soñaron y lucharon por hacer de Cocorná un pueblo pujante y orgulloso de su nombre; a la juventud, que mira hacia el horizonte y escudriña las alturas tratando de alcanzar la estrella de sus sueños; en fin, a todos los que en función de patria llevamos a Cocorná en el corazón.    
Vaya para todos, el homenaje de mi sincero afecto.

Medellín, mayo de 2009






NO ESTAMOS SOLOS...

No estamos solos, cuando echamos a volar la imaginación por los cielos dorados de la fantasía y  dejamos que batan libremente sus alas los recónditos sentimientos que anidan en nuestro interior.
No estamos solos, cuando pensamos en el ser a quien amamos, porque su imagen se mete en la retina y nos  ilumina el fulgor de su mirada; no estamos solos, cuando idealizamos la silueta de la amada que nos abraza y nos brinda el calor de su pasión. No estamos solos, si con el viento que susurra nos parece escuchar el timbre cadencioso de su voz.
No estamos solos, cuando al mirar a las  alturas nos parece ver en las nubes blanquecinas la imagen etérea de los seres queridos, que nos aman y protegen con la fuerza de su amor infinito 

No estamos solos, cuando en los momentos de dolor y desesperanza invocamos a Dios, fuente inagotable de bondad. 
No estamos solos, no, porque el divino milagro del amor une siempre las almas que se aman, en el silencio profundo de un secreto...secreto que pervive en el tiempo y la distancia.
No estamos solos, no, mientras pueda volar el pensamiento y en el corazón aniden ilusiones.

         Medellín, 17 de noviembre de 2004.
         







EVOCACIÓN
Me acuerdo, Cocorná, de  tu pasado,
De hombres ejemplares y virtuosos
que llevaban a sus hijos hasta el templo,
para inculcarles el loable  ejemplo
de virtudes que ostentaban orgullosos.

Hoy Añoro tu paz que nunca  fue violada,
por la envidia, el odio, ni el rencor;
Sólo paz y trabajo, alegría y amor
era la doctrina que el pueblo profesaba.

Recuerdo aún tus calles empedradas,
las viejas casas de estructura sobria,
que forjaron leyendas e historias
en nostalgias y recuerdos inspiradas.

También recuerdo la vetusta escuela
do estudiamos la vieja citolegia,
que enseñónos palabras y estrategias
para escribir nuestra primera esquela.

Aún se oye en el alto campanario
que las campanas presurosas tañen,
convocando a los fieles que acompañen
al Buen Dios, prisionero en el sagrario.
Medellín, 1997.




ESTAMOS YA MUY VIEJOS

Estamos ya muy viejos, querida esposa mía.
Han pasado los años, y seguimos unidos,
Esperando confiados en ver un nuevo día,
Y del mal y el pecado seamos protegidos.

Han pasado los años y ya nuestras cabezas
Desteñidas y frágiles como las blancas nubes,
Que suben hasta el cielo burlando las bajezas,
Para vestir de blanco a los ángeles querubes

De  día estas tejiendo, o rezando el rosario,
Mientras yo te halago con palabras de amor,
Y al mirar yo tus canas consulto el calendario
Suspiro y digo:
-¡vieja, te quiero con ardor!

Tus manos arrugadas como flor maltratada
Acarician las mías con ternura y amor,
Y acercas tu cabeza invadiendo  mi almohada
Para cubrir mis manos y darme tu calor.

Añoramos cansados una nueva alborada,
Para esperar inquietos a que llegue la tarde,
Y volver hacia lecho con el alma cansada
Para rogar a Dios que nos ampare y guarde.

En cada atardecer nuestra esperanza muere,
Y con la madrugada renace otra esperanza
De jugar a ilusiones, como un niño que quiere
Atrapar  una estrella, pero nunca la alcanza.

Y pasarán los años, y estaremos más viejos,
Más débiles y enfermos, quizás abandonados.
El mundo indiferente nos mirará de lejos,
Talvez muramos pronto, muy solos y olvidados.

¿Morirás en mis brazos, como flor desmayada?
¿O moriré en los tuyos, con mis brazos marchitos’?
Nos iremos, juntitos, a la eterna morada,
Volaremos al cielo, como dos angelitos.

Ramón A. Martínez
Junio 15 de 2009


Este poema participó en un concurso de poesía para aficionados que se realizó por Internet, en Méjico, durante el mes de junio de 2009. 
 Ocupó el primer lugar en la categoría de Poesía Triste, y premiado con diploma. Participaron varios países, entre ellos: España, Méjico, Venezuela, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, etc.

DEDICATORIA. A mi esposa querida, Cándida Rosa. A ella que ha recorrido a mi lado por más de sesenta años el camino de la vida, sembrado de amor y de esperanza, de triunfos y a veces de fracasos. A ella que ha permanecido siempre a mi lado, brindándome cariño y el noble sentimiento del perdón, le dedico este poema.






ADOLESCENCIA
Besé por vez primera
tus labios virginales,
y tú, tímidamente,
mis manos acercaste
al cáliz de tus senos.
Ceñí tu esbelto talle,
y tú mi cuerpo todo…

…Tu pelo despeinado
y mi camisa rota;
tu corpiño mojado
rasgué con ansias locas.
Libé cual dulce miel
el néctar de tus labios,
rozaste tú mi piel
sin rubores ni agravios.
Tus lágrimas sequé
con mis febriles manos,
y tus brazos ciñeron
mi  cuerpo apasionado.

Rodamos por el suelo...
como tiernos capullos,
que arrastra la corriente
con un suave murmullo

        17 de noviembre de 2000








ASIEDAD
Cuando miro el titilar de un lucero
me parece que estás queda y lejana,
y a pesar de lejana yo te espero
como espera la noche a la mañana.

Busco en la ruta del cielo tu mirada
que ilumine el sendero de mis pasos,
para encontrarte a ti, mi bien amada,
y me brindes calor en tu regazo.

En mis noches de desvelo yo te espero
Inquieto, soñoliento y vacilante,
como espera la esposa al compañero
impasible, amorosa y anhelante.
Ven, pues, ya amor mío y no tardes
hagamos realidades nuestros sueños,
yo sé que de amor tú también ardes
cual hojas secas sobre ardientes leños.

Hagamos ya una cuna
Para arrullar nuestro amor:
Nos cobijará la luna
Con su tenue resplandor

Medellín 3 de agosto de 2001.



QUE SÓLO YO REINE EN TU MENTE.


Tú me pediste que te escribiera un verso:
pero es que el amor no se escribe, se profesa.
y si yo en tu corazón y tu alma estoy inmerso
tú de mi voraz pasión y amor eres mi presa.

Es que lo nuestro, mas que amor parece un cielo.
y es nuestro idilio tan inmenso cual es el firmamento,
por eso es imposible que quepa aquí en el suelo
mucho menos cabrá en “la dimensión de un verso”

Y si es que nuestro amor parece un sueño,
quisiera junto a ti dormir eternamente;
y que sea yo, solo yo tu único dueño
y únicamente yo, solo yo, reine en tu mente.


Medellín mayo de 2008







NIÑA DE LA CALLE


Muchachita núbil que vas por la calle
Inquieta y ansiosa vendiendo tu amor,
Tu alegre sonrisa y tu esbelto talle
Te hacen muy linda, de aire arrobador.

Tus labios pintados cual un clavel rojo,
Son como un rubí de hermoso color,
Que incitan serenos, sin sentir sonrojo
A tocar tus senos sin ningún rubor.

Situada en las puertas o en las aceras
O caminas lenta sin ningún afán,
Y como bandera mueves las caderas,
Con aire gracioso y fino ademán.

Preguntas la hora como una disculpa
Para que te miren y en ti se interesen,
-Yo soy pobre-, dices, no tengo la culpa,
Y acercas la boca para que te besen.

Extiendes tus manos y das un abrazo,
Para que la presa caiga ya en tus redes,
-Disfrútame ya, no te doy más plazo
Yo te necesito… dejarme no puedes.
...
Después del romance, tú te quedas triste
Al vender tu cuerpo por una moneda,
¿Pudor y decencia?: ¡La ley ya rompiste!
Y pesar y hastío es lo que te queda.

Piensa, muchachita, deja ya las calles,
Donde sólo hay prisa, envidia y maldad,
No busques placeres, dinero y detalles
Todo esto es vacío, todo es vanidad.

Cambia ya tu vida de placer y hastío,
Toma otro camino que te ha de llevar
No al mundo del vicio incierto y sombrío,
Sino al blando nido con calor de hogar.

Niña de la calle, vuelve ya al hogar.
Tus padres y hermanos te darán amor,
Deja ya las calles, deja de vagar
Son ríos de duda, miseria y dolor.

Zartantinio

Septiembre 28 de 2009

ENCUENTRO FUGAZ.

Fue un encuentro fugaz, tan de repente,
en la cálida y bella Cartagena,
lo recuerdo hoy, muy claramente
que era su nombre María Magdalena

En la noche avanzada, y ya a solas
caminábamos cogidos de las manos,
y arrullados por el susurro de las olas
simulábamos que éramos hermanos.

Y aunque no nos habíamos conocido
se encienden de pasión nuestras miradas,
-¡Yo no puedo traicionar a mi marido!
y vacilante me dijiste: - ¡Soy casada!

-¡Soy casado también!, ¡no te lo niego! mas de pasión estamos encendidos...
_¡ya no podemos apagar el fuego!...,
y en la arena terminamos extendidos.

Se desató en nosotros la voraz lascivia.
ya no valieron razones ni disculpas.
mientras la luna se moría de envidia
nos acusaba ante Dios de nuestras culpas.

En la arena se hundían nuestras huellas
mientras el dulce idilio continuaba
soñando que alcanzábamos estrellas
y entre tanto el tiempo se fugaba .

...En el idilio nos despertó la aurora,
de la pasión se había apagado el fuego
de despedirnos se llegó la hora...
y reíamos  los dos de nuestro ego.

Un silencioso abrazo fue la despedida.
y cabizbajos nos fuimos alejando.
en nuestros ojos una lágrima perdida,
nos reveló que nos estábamos amando.

Son cosas que suceden, al acaso, y el recuerdo lejano aun me muerde.
Quizás, al ocultarse el sol en el ocaso,
tu también en la distancia me recuerdes.

No pienses, esposa mía,
que te jugué una traición;
es solo una fantasía
sin motivo ni razón.

Medellín, marzo de 2006.




Tus manos están a lo largo extendidas,
Cerradas para el odio y el desdén,
Y abiertas  para dar  ilimitadas
El amor, el perdón,  y hacer el bien.

Tu costado, Señor, está ya herido,
Abierto sin piedad y sin clemencia,
Por aquel pecador  empedernido
Que hiere con crueldad e indiferencia.

Tus pies están sangrantes, doloridos,
           Por que anduvieron siempre presurosos,
Para curar ciegos y levantar tullidos
Resucitar muertos y curar leprosos.

Clamas al Padre:- ¡Perdónalos, Dios mío!
 ¡No saben lo que hacen!, es Tu ruego,
       Con el que premias el sórdido desvío
Del pecador malvado, cruel y ciego.

-¡Padre, por qué me has abadanado!
Es grito estremecedor que Tú pronuncias,
Doliente solitario y angustiado
Mas, de salvar al hombre no renuncias.





-¡Mi espíritu encomiendo en tus manos!
Es la plegaria postrera, y angustiada,
Que elevas hasta a Dios por los humanos
Que de amor y del bien no saben nada.

No quiero verte así, crucificado,
Por mi culpa, Señor, soy pecador.
Hoy te pido perdón porque he faltado
A la ley de la caridad y del amor.


Ramón A. Martínez











¡SE ESTÁ VENGADO NURA!

Los mares antes en calma
Serenos, plenos de vida,
Hoy son una estampida
Que estremecen el alma.

Se desbordan de sus playas
Y arrasan con las ciudades,
Causan mil calamidades
Al derribar las murallas.

Los ríos y las quebradas
Antes mansos y serenos,
Están de peñascos llenos
Y sus playas arrasadas.

Salen del cause, destruyen
Plantíos, ganados y casas
Las especies están escasas
Y ya ni se sustituyen.

El fuego que era antes lumbre
Incendia y destruye todo,
Hoy los desiertos son lodo
Y todo es incertidumbre.

El calor es sofocante
Aún en los climas fríos,
La gente vive en los ríos
Sedienta y jadeante.

Bosques, prados y laderas
Y  los polos se calientan
Las represas se revientan
Y derriban cordilleras.

Las entrañas de la tierra
Vomitan ígnea lava,
Ya la natura está brava:
Es un presagio que aterra.

Diariamente hay terremotos
Y se hunden pueblos enteros,
Todo es caos, desespero,
Rayos, truenos, maremotos.

Amenazas de asteroides
De chocarse con la tierra,
Y es posibilidad que aterra
Convivir con los androides.

De sexo cambia el hombre
También lo hacen las mujeres,
Hay ansiedad de placeres
Esto ya no tiene nombre.

Este mundo está al revés
Se ve maldad por doquier,
Ya no sabemos qué hacer
Ni qué veremos después:

Los hijos matan al padre
El padre mata a los hijos,
Lo hacen como acertijo
Y no se libra ni la madre.

¿Será ésta la destrucción
De que habla el Apocalipsis?
El universo está en crisis
Fruto de la aberración.

Es ya todo desventura
Causa de la podredumbre,
Y por violar las costumbres
¡Se está vengando natura!

                        R. A. Martínez Junio 3 1010
HOMENAJE AL CAMPESINO

Campesino acucioso y honrado
Esclavo del deber y del trabajo,
Que presuroso va por el atajo
A recoger los frutos de su arado.

Labrador sencillo y sincero
Que da la mano con real afecto
Sin rubor por su humilde aspecto
Al saludar se quita su sombrero.

Sale con entusiasmo y alegría
A iniciar la tarea dispendiosa,
No hay para él obstáculo ni cosa
Que turben su labor la alquería.

El amor a sus hijos y a su esposa,
A su ganado, a la paz y a su trabajo
Muy alegre va por el atajo
A recoger los frutos de la roza.

Nos trae a la ciudad el dulce fruto
De su fe, sudor, trabajo y pujanza,
Cavilando con temor y desconfianza
Que no lo compre el agiotista astuto.

-Su fruto, señor, no está maduro
Por esto debe rebajar su precio-.
Arguye el comprador cínico y necio,
Displicente, vacilante y genio rudo. 

¿Cómo volver al rancho sin el pan
Para su esposa y sus queridos hijos,
Y sin el fruto que arrancó al cortijo
Con sacrificio sudor y tanto afán?

-¡Déme, señor, siquiera una moneda,
Para mitigar el hambre de mis hijos!
¡Déme siquiera para hacer un amasijo:
Es la única esperanza que me queda!

En el pueblo tuvo que su fruto fiar,
Volvió a casa con solo un amasijo,
Cansado y triste, con dolor prolijo,
Con el alma agobiada, de pesar.

Pero con la fe del tozudo carbonero
Sigue luchando por ganar la vida,
No importa que la sociedad inadvertida
Ignore el trabajo y dolor del jornalero.

Sus hijos y su esposa son primero
Su fe en Dios y límpida conciencia
Fue el patrimonio, la mejor herencia
Que heredó de su  padre, el aparcero.

Es el campesino, ejemplo de virtud,
De honradez, de entrega y esperanza  
Inspirador de bondad y de confianza
A él debemos aprecio, y gratitud.

En tu día, campesino, te tributo
Mi homenaje de sincero aprecio,
Eres un titán un hombre, recio
Que luchas por vivir cada minuto.

 Ramón A. Martínez.  2010















MUJER.

Cuando Dios pensó en la nobleza
Y en crear un ser sublime y puro,
Una mujer obedeció al conjuro,
Plena de amor, radiante de belleza.

Imagen misteriosa, enigmática,
Que encierra un insólito secreto,
Difícil de adivinar por lo discreto
Con que obra su figura carismática.

Es la mujer la más bella criatura
Con la que Dios engalanó el mundo;
Es un pozo de amor puro, profundo,
Que calma la sed de amor y de ternura.

Hay en ella tanta fuerza para amar 
Y de sacrificarse en aras del deber,
De dar la vida, si ello es menester,
Por su honor y su fe salvaguardar.

Cuando el ambiente está en la penumbra
Al llegar una mujer el corazón se agita,
Con su sonrisa y  dulzura infinitas
Ella es un sol radiante que alumbra.

Puedes crear, Señor, si Tú lo quieres
Muchas estrellas y también más flores,
Pero en el mundo no habrá cosas mejores,
Tiernas y bellas, igual a las mujeres.

Es la mujer un ser imprescindible,
Sin ella nuestra vida esta vacía,
La urgimos con afán de noche y día
Por que vivir sin ella es imposible

Cuando veamos incierto el destino,
Y haya muerto la última esperanza
De que brille una luz en lontananza,
Siempre habrá una mujer en el  camino.

Ramón A. Martínez
Septiembre de 2010
COSAS QUE TIENE EL AMOR

Enigmático sentimiento
que vibra en el corazón,
es un grato sufrimiento
que cautiva la razón.

Es difícil definir
el misterio del amor,
es alegría y dolor:
placer que hace sufrir.

Basta una sola mirada
sin una palabra decir,
queda el alma ya flechada,
y el corazón a latir.

Alegremente se empieza
o tristemente termina,
muere el alma de tristeza
y el corazón se lastima.

Es sublime el amor,
lo sienten todos los seres;
el que causa más dolor:
la traición de las mujeres.



No sabemos cuando llega
    ni menos, cuando se va;
es la suerte la que juega,
pues lo que ha de ser será.

Sólo el amor de la madre
es un amor verdadero
también el de Cristo, Padre,
porque murió en un madero.

Cristo amó hasta morir
y por amor dio su vida,
la madre muere al parir
de amor y dolor vencida.

Solo el amor verdadero
se comparte hasta la muerte,
si es romance pasajero
pasa a ser juego de suerte.

Noches de largos desvelos
o placer abrumador,
horas de angustia y de celos:
Cosas que tiene el amor.
Medellín, marzo de 2012


I N D I C E

Presentación                                                   1
Dedicatoria                                                      3
No Estamos Solos                                          4 Evocación                                                  6  Estamos ya muy Viejos                            7 Adolescencia                                                 10
Ansiedad                                                        13
Que Solo yo Reine en tu mente                     14
Niña de la Calle                                             15
Encuentro Fugaz                                            17
No Quiero Verte Así, Crucificado                20
Se Está Vengando Natura                              23
Homenaje Al Campesino                              27
Mujer                                                             30
Cosas que tiene el amor                                 31